En comercio electrónico, tan importante como contar con una tienda virtual funcional y los productos que se ofrecerán en ella; es el definir al cliente ideal.

Para identificar con éxito, a ese cliente ideal, es útil comenzar con delimitar los perfiles de clientes ideales que se emplean en todo tipo de negocios, de manera que, la estrategia de ventas y acciones de marketing y promoción sea asertivas y efectivas.

El cliente ideal es quien, básicamente, puede ayudar a planificar el desarrollo del negocio, así como los planes de ampliación y crecimiento frente a  un mercado bastante competitivo. Si bien puede que, en un principio, el producto se venda solo, el mercado va evolucionando y es, precisamente, el cliente ideal, quien va aportando las diversas tendencias hacia donde se va orientando dicho mercado.

En un ecommerce los diversos perfiles de clientes ideal van dando luces sobre qué herramientas pueden ser más efectivas y qué elementos pueden resultar más atractivos para los consumidores, Así, el desarrollo de campañas publicitarias; contenido para divulgar en redes sociales; comunidades de Facebook, Twitter; anuncios en línea; banners; entre otros, deben concebirse con la finalidad de lograr el ansiado clic.

El cliente ideal es aquel que comprará el producto, es decir, no fungirá de intermediario o de revendedor, no comercializará el producto, lo consumirá o lo comprará para regalarlo a los suyos. Los clientes secundarios, si serán intermediarios, y si bien son importantes, porque continúan con un ciclo de compra que convierte a la marca en proveedor, no son el target ideal ni prometen permanecer a lo largo del tiempo.

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Cómo definir al cliente ideal en tu ecommerce

Para lograr el éxito en comercio electrónico, hay que saber llegar al cliente e influir en él  para convencerlo de la compra. Está demostrado que los clientes no llegan por inercia, saber buscarlos forma parte de la estrategia.

Es preciso definir las características del cliente ideal, el que responda al perfil ideal y seguro para el negocio. Un buen comienzo puede apuntar a puntualizar las características como: ubicación, género, estado civil, edad, hobbies, ocupación, actividades, motivaciones de compra, entre otros.

Asimismo, es importante definir la mejor manera de llegarle al cliente, una vez se tenga claro el perfil; aquí es de suma utilidad investigar la información que comparte en la red, por qué lugares suele moverse el cliente ideal, así como sus necesidades.

Más allá de la importancia de recurrir a un diseño web responsive, debe tenerse muy en cuenta los colores, el lenguaje e impacto visual, apuntados a ese cliente ideal. Sin dejar de lado lo medular de los contenidos, es decir enviar información relevante sobre los productos que se ofrecen, para lo cual es vital una buena descripción de sus características, así como consejos útiles para el cliente.