Un poco más de una semana antes de que el líder chino llegue a la Casa Blanca, el presidente Barack Obama inició una lucha contra el ciberespacio, afirmando que el gobierno de Estados Unidos está alistando medidas para demostrar de forma contundente que el espionaje económico no será tolerado.
Fue la primera vez que la administración Obama, públicamente, reconoció la posibilidad de imponer sanciones o retaliaciones para hacer frente al hackeo emanado de China, que se ha convertido en un punto de conflicto entre las dos más grandes economías del mundo.
“Estamos preparando un número de medidas que indican que no es un solo hecho de estar molestos” declaró Obama durante una sesión de preguntas y respuestas con ejecutivos corporativos en Washington.
“No queremos que el internet sea usado como arma, nuestro objetivo es tenerlos como compañeros para ayudar a tener una serie de reglas y normas internacionales que ayuden a todos” afirmó el presidente de Estados Unidos.
Oficiales norteamericanos han apuntado a China como la fuente de un hackeo dentro de los registros personales en donde se expusieron millones de informaciones personales de empleados y exempleados del gobierno, posiblemente para propósitos de inteligencia. China ha negado que haya realizado estos ataques.
Se sospecha que el gobierno Chino comenzó una operación de barrido que se inició hace más de dos años para obtener información de compañías americanas de salud y turismo. Además, el gobierno estadounidense acusó a cinco militares chinos en el mes de Mayo del año pasado por supuestamente robar secretos comerciales de compañías americanas.
Información de bloomberg.com

0 comentarios